Todavía recuerdo mi primera clase con Peťka Záškvarová. Era finales de agosto de 2020 y quedamos en una cafetería en el centro de Bratislava. El sol brillaba y Peťka también irradiaba entusiasmo por el aprendizaje. Desde el primer momento, se notaba su curiosidad. Desde entonces, nuestras clases han sido una parte regular de casi todas las semanas hasta el día de hoy. Peťka ha progresado rápidamente gracias a su gran esfuerzo y motivación. Actualmente estamos trabajando para alcanzar el nivel B2. Además de eso, Peťka se ha convertido en mi amiga y una gran fuente de inspiración que quisiera compartir con vosotros aquí en mi blog. Hace un tiempo, Peťka pasó dos semanas en Valladolid, en un curso de lengua gracias a una beca de la Fundación de la Lengua Española. Estoy feliz de poder compartir con ustedes su reportaje. Sin decir más, tomen un buen café y disfruten de este reportaje de Peťka.
El reportaje de Peťka
¡Hola chicos! Me gustaría compartir mi experiencia de viajar sola a España por primera vez. Para empezar, hay que decir que me encanta viajar. Antes solía viajar con mis amigas, pero esta vez decidí ir sola y salir de mi zona de confort. Pero empecemos desde el principio.
Una decisión importante
En la vida, lo más importante es saber tomar decisiones. Puede parecer fácil decirlo, pero creo que hoy en día, con tantas oportunidades que tenemos, no es tan sencillo. La idea de ir a España y poner a prueba mi valentía para comunicarme directamente con los españoles tenía en mi mente más de un año. A principios de 2023, por fin, tomé la decisión de que sí quería hacerlo. Mi deseo era más fuerte que el miedo.
Busqué toda la información necesaria para obtener una beca en una escuela en Valladolid. Recuerdo exactamente el momento en que recibí la respuesta de la Fundación de la Lengua Española. Fue un día antes de mi trigésimo cumpleaños. ¡Wow, un regalo perfecto para mí! También recuerdo que ese día tuve una reunión con un cliente de Ecuador en mi trabajo. Un día maravilloso, me dije a mí misma en aquel momento.
Los primeros días estuve emocionada con este mensaje. Luego volví a mi vida normal, ya que mi viaje estaba programado para mayo y todavía quedaban unos meses. Tenía mucho tiempo por delante. En resumen, voy a continuar mi historia con el día en que comenzó mi propia aventura.
El día “D”
El 19 de mayo de 2023 fue un gran día para mí. Mis padres me llevaron al aeropuerto de Viena y en ese momento supe que tenía que confiar en mí misma. El vuelo fue tranquilo, recogí mi maleta y encontré sin problema la terminal para tomar el autobús a Valladolid. No digo que viajar me de estrés, pero sinceramente me sentía feliz cuando por fin llegué a mi habitación en el hotel Imperial. El hotel estaba situado en el centro de la ciudad, en la Plaza Mayor de Valladolid.
Mis primeros días fueron muy tranquilos. Lo interesante era que de repente no tenía responsabilidades ni agenda llena de tareas. ¿Puedes imaginar cómo me sentía? Desayunar a las diez, disfrutar de un café, un sándwich de jamón y un zumo de naranja.
Estos días libres me mostraron que estar sola con mis pensamientos no era tan fácil, especialmente cuando normalmente estoy acostumbrada a hacer algo casi siempre y tener la agenda llena de actividades. Traté de descubrir la ciudad, buscar un camino para la escuela y visitar los monumentos más famosos. Esa fue la razón por la que llegué a Valladolid dos días antes del comienzo del curso. Pero ya estaba muy curiosa por conocer a mis compañeras en la escuela.
Practicando español
El lunes comenzaron las clases. Tenía cinco compañeras en mi clase: cuatro chicas de Brasil y una chica de Polonia. Intercambiamos números de teléfono desde el primer día y pasamos casi todo el tiempo juntas después de la escuela.En mi opinión, hablar es la mejor manera de aprender el idioma. ¿Puedes imaginar la sensación de hablar español y que te entiendan otras personas? ¡Ja, ja!
Me considero una persona estricta conmigo misma, pero esta vez sentí un orgullo. Todo esto fue un gran reto para mí. Con las chicas incluso hicimos dos viajes durante el fin de semana: a Segovia y a Salamanca. A mí siempre me fascinaba el estilo de vida en España y ahora he tenido la oportunidad de experimentar “la vida española” durante dos semanas. Creo que cada experiencia nos aporta algo en la vida.
¿Cómo son los españoles?
Me gustaría comentar aquí también mis observaciones sobre la mentalidad de los españoles. Es que la gente era muy amable y simpática. Puedo contar por ejemplo mi experiencia con el personal de una cafetería cerca de mi escuela, a la que solía ir antes de las clases. Cada mañana, aunque solo pedía café o té, recibía un croissant de mantequilla. Puede parecer un detalle, pero me dibujaba una sonrisa en el rostro.
¿Y qué puedo recomendar a los demás estudiantes que consideran hacer un curso intensivo en España? Simplemente lanzarse. A veces no hay que pensar demasiado. Suena extraño, pero creo que lo más importante es escuchar al corazón. Si algo te atrae, no es por casualidad. También tengo un consejo más: no esperes el momento adecuado. Tal vez nunca llegue y puede que AHORA sea el mejor momento…
España es un país increíble, lleno de diferentes posibilidades, colores, gente amable y comida deliciosa. Sin embargo, cada persona percibe el entorno con sus propios ojos, así que solamente hay que ir y experimentarlo. ¡Y por supuesto, disfrutarlo al máximo! En mi caso, conocí a unas chicas maravillosas a las que hoy puedo llamar amigas.
¿Y sabéis qué me enseñó España? Que no hay que tener miedo. El miedo muchas veces solo está en nuestra mente y nos impide desarrollarnos.
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